TERAPIAS
No existe una sola manera de ayudar a cada persona como tampoco existen dos personas idénticas.
Desde una perspectiva que prioriza el clima de confianza y la relación terapéutica, con una gran influencia de la terapia humanista de Carl Rogers, aplico estrategias y técnicas cognitivas conductuales, de la terapia de aceptación y compromiso, sistémicas centradas en soluciones, terapias de reprocesamiento del trauma (EMDR, Brainspotting), entre otras, que voy incorporando por la continua formación que mantengo (véase en apartado formación).
En este contexto las decisiones sobre el tipo de intervención las baso en las guías de las prácticas recomendadas basadas en la evidencia científica.

COUNSELLING Y LA TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA DE CARL ROGERS
El Counselling es una práctica que consiste en una relación auxiliar de ayuda entre un profesional y un cliente, el cual realiza una demanda ante una situación de conflicto o crisis de ámbito personal o interpersonal presente (no clínico).
El Counselling y la Terapia Centrada en la Persona pone de relieve la importancia de un clima de confianza, respeto y seguridad, donde despliega
el arte de hacer reflexionar y clarificar los elementos de la realidad, favoreciendo la toma de decisiones y, por ende, el cambio que la persona busca.
El terapeuta intenta estimular y capacitar a la persona para la autoayuda y autonomía, maximizando su nivel de competencia al mínimo coste emocional, y ofreciéndole las herramientas necesarias para que el cambio se produzca por sí mismo. Para ello se establece un espacio adecuado orientado hacia la resolución del problema basado en un clima de honestidad, escucha, respeto y empatía. Es un método que permite restablecer el equilibrio emocional de una persona.
El Counselling y la Terapia Centrada en la Persona define al demandante de ayuda desde una perspectiva no patológica, no utiliza terminología diferencial entre salud- enfermedad, sino que se refiere a éste como “cliente” y no como “paciente”. El terapeuta mira a la persona desde una perspectiva integral y acepta que lo sano es no ser perfecto, impulsando al cliente a tomar sus propias decisiones y a sentirse responsable de su vida, aceptando a los demás y a sí mismo tal y como somos.